Utilizamos a palabra comunicación
a diario, con distintos significados y en distintas
situaciones . La usamos para referirnos a lo que leemos o escuchamos
en los medios, a las campañas publicitarias, a la relación con nuestros clientes
o empleados, a la difusión de nuestra labor a través de las redes sociales, hasta para justificar problemas del clima laboral de la empresa ("en esta empresa está fallando la comunicación) etc. Pero, ¿que es la comunicación? Según Seymour y O´Connor "la
comunicación es un ciclo o circulo que se realiza entre dos personas al menos
(...), lo que usted haga influirá en otras personas, y lo que ellas hagan
influirá en usted..." (“Introducción a la PNL”, Ediciones Urano,
1995, Barcelona)
MIRA QUIÉN HABLA...
La comunicación en el
ámbito de las relaciones personales y de negocios, es un proceso en el que
intervienen al menos dos personas: el “emisor”
que es quien transmite un mensaje, y el “receptor” que es quien lo
recibe. Los roles de emisor y receptor van alternándose con cada interacción,
lo que no quiere decir con cada frase ya que las palabras no son indispensables
para que las personas se comuniquen. Por
otro lado, es imposible no comunicar: dos o más personas en interacción siempre
se están comunicando, con cada palabra, gesto, emoción o silencio. Los extremos
de la comunicación son la sintonía total entre los comunicadores, por un lado,
y por el otro, la negación de la
comunicación (que aún así es comunicación) cuando “damos la espalda” como señal
de final de una conversación.
El proceso de
comunicación ocurre en un contexto definido por la oportunidad y las circunstancias del entorno
social, económico, político, histórico, laboral, familiar, etc. El contexto
define la importancia y el sentido de lo
que se transmite.
A su vez, emisor y
receptor aportan sus propias circunstancias o filtros, sus “mapas mentales”
definidos por la historia particular, las vivencias, las emociones, los
intereses, su cultura, rasgos de la personalidad, etc. y su propia
interpretación o definición de conceptos abstractos que no siempre son
entendidos por dos personas en el mismo sentido. Basta mencionar que en el marco de una negociación, proveedor
y cliente tienen generalmente opiniones
opuestas respecto de qué se entiende por “precio justo”, o “salario justo” si
hablamos de negociaciones con el sindicato.
El canal elegido para
transmitir un mensaje es otro de los elementos
del proceso: las redes sociales, el correo electrónico, “cara a cara”,
el teléfono, una carta, una tercera persona que oficia de “correo”, o cualquier
otra forma que elijamos para que nuestro mensaje llegue a destino. El canal elegido
puede facilitar el entendimiento del mensaje o aportar “ruido” e
“interferencias” que lo distorsionan.
Finalmente, el contenido
y objeto del proceso de comunicación: el mensaje. ¿Es suficientemente claro? ¿Quién debe
asegurarse de que el mensaje se entienda? ¿Alcanza con transmitirlo? ¿Cuál es
el objetivo del mensaje?
Para resumir, entonces,
la comunicación es un proceso del que participan dos o más personas con sus
mapas mentales, en un contexto determinado, y que utilizan un canal para transmitir un mensaje. Cada uno de estos elementos puede
facilitar o dificultar la comunicación: para que la comunicación sea efectiva,
esto es que el mensaje sea recibido con el significado que se emitió, se
necesitan dos elementos más aportados en este caso por los interlocutores
exclusivamente: la empatía y la escucha activa, de las que hablaremos en la
próxima entrega.
por María Ángeles Teruggi para 180candc.blogspot.com
OTRAS ENTRADAS RELACIONADAS:
EL ABC DE LA ESCUCHA ACTIVA: EMPATÍA Y COMUNICACIÓN NO VERBAL
10 señales para descubrir qué quieren decir versus qué dicen
por María Ángeles Teruggi para 180candc.blogspot.com
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Y en tu empresa o
con tus colegas, ¿cómo es el proceso de comunicación?